Anoche soñé con un ángel enfermo, de ganas de amar y ser amado. Ese que enfermo de celos agonizó por mí entre mis brazos desnudos y otras veces muy bien vestidos. Aquella inmaculada bestia que muchos atardeceres cantó, y danzó en los aires para mí, sólo por mí. ¿Que fue de aquella hermosa irracional? Tal vez nunca lo sabré. A veces la extraño más de lo que me gustaría. Hoy por ejemplo, recordando lo que experimenté en un estado amplificado de conciencia, me siento carente de tu ausencia distante. Me hace daño pues está muy presente a pesar de mi dificultad para comprenderlo. Tal vez si te hubiese comprendido sólo un poco más de lo que decidí protegerme. Me dañaste, me heriste. Aniquilaste mis posibilidades de sentir lo que corría por mis venas. Tan poco amor que nos dimos y tanto amor nos deseamos. Nunca sabremos, mas fue mejor, tú desconoces y yo te olvido. ¿Será posible tanto afán? Cuanto dolor habrás de haber sentido para odiar tanto al alma pura que te cobijo tanto el alma como el cuerpo, entre desbaratos sazonados de azúcar y sal por montón.
Precious
Hace 14 años
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