Para una desconocida y el amor de mi vida

Hace un tiempo que siento que lucho en una guerra autoinflingida, una batalla secreta entre acuerdos de letras agrias y miradas que nunca tuvimos.
No se si me conoces, mas como creo conocerte a ti.
Hoy lanzo un gesto de paz, esperando que esas pestañas que me saludaron hace unos días entre sueños las reciban con agrado.

Hoy dejo atrás todo el rencor, todo el miedo. No busco culpables ni explicaciones.
Hoy he aprendido el valor de sentir sin temer.
Hoy que tomados de las manos con Lucy vimos a nuestra blanca nieves sonriendo de amor.
Hoy que le abrimos nuestro corazón, y le cantamos su propio himno de amor.

Hoy que aprendo a acompañar a un corazón puro en su viaje, sin soltar su mano jamás.
Hoy comprendo que no me abandonas ni yo a ti.
Hoy comprendo que nos amamos sin mesura, que di todo lo que pude dar, que tus miradas siempre dijeron algo más
Hoy que por fin comprendo que siempre lo supimos todos
Hoy que te amo más que nunca y debo aprender a vivir contigo en mí.

No temeré jamás al fin, ya que no hay nada que anhele más que correr a ti pa

ra nunca más dejarte ir.

Mientras danzas a ojos cerrados yo me abro paso por estrechos caminos espinados. Haces uso literal de mis palabras cuando así te conviene, para no hacer de un día de estos el más anhelado por mí, el paso más directo a mi tranquilidad. Lo sabes, mas yo que espero mucho y tu que temes tanto. Lo inesperado ya no me sorprende por la falta de decisión de un corazón de papel. A veces de tiza también; que poco a poco intento restaurar, recogiendo pedacito a pedacito, ínfimas partículas que entre mis dedos se esfuman y hacen nada. A veces yo misma las uno mentalmente en una historia un tanto gore para mí, una fantasía de amor y odio, cuando me transformo y doy riendo suelta a esa histérica que soy. Si pienso en ti sin mí, mi mente sucia te ve de un brinco acomodarte donde te guarden un rinconcito lleno de colores brillantes que exuden desesperación. De palabras extremadamente exageradas al punto de rayar en lo irreal, que rueguen por recuperar todo lo que nunca tuvieron, y que yo recibí entregando mi alma. Temo que nuestras risas hayan sido escindidas conscientemente por ambas. Probablemente yo reía de miedo y tú de nervios por ser descubierta o tal vez soy yo quien ahora rayo en la imaginación, queriendo creer que introyecto lo que sin duda proyecto por esta atracción fatal que odio sentir. Anoche en un sueño se me apareció un dulce rostro un tanto pálido, y en sus mejillas un tono sandia. Nos miramos, tú no estabas. Tú estás atesorada en alguna parte, tú estarás ahí, hasta que des el paso con el que me permitas ser libre y volar junto a ti.

ahjsdd

Mi pequeño saltamontes
Si no te lanzo al río de cabeza siento que no seré capaz de abrir mis ojos al amanecer
Si no entierro esos ojos negros bajo la corteza terrestre, serán como brújulas que guíen mi camino hasta ti, y ¿Co´mo podré vivir así?
No te negaré que quisiese ser yo quien te acompañara ese pequeño día soleado, agarrantote fuerte y tu abrasándome como aferrándote a mi, tu protectora.
No sabes cuanto desearía ser yo quien te protegiese de la adversidad
Eso seria posible siempre y cuando no fuese yo tu adversario.
No se que hacer con tus pequeños ojos brillantes que aun me encandilan…

Aunque cueste me dormiré, dejare´ la ventana abierta.

No hay más ensueño, nada es real

Miras el cielo, que entre tus manos parece más frío
Los sucesos estancados cierran tus ojos
Te entregas al pasado
Sobre tierra que te cobija anticipándose un par de segundos
Te sumerges entre seres que se abstraen perdiendo su forma
Que dejan de ser, permitiendo la existencia de otros
Otros que se alejan

Abres tus ojos desgarrados
Los árboles que te miran te arrullaron mientras dormías
No quisieron dañarte
De pie el camino se te aparece, claro como el de siempre
Luces se escabullen por ventanas entreabiertas
Son sus ojos que te invitan a mirar
A pesar del brillo que desprenden, a través de ellos todo es oscuro y arrollador
Sientes tus ojos cegarse por un instante, pero ya no sientes miedo.
Abres bien tus ojos y sigues tu camino.

Esa otra tiene ¡tanta suerte!

“Eres como una histérica de libro” me dijo aquel de ojos negros y brillantes, soltando una carcajada que se clavó como astilla en mi interior. Triste pero cierto. A veces desearía tener otra, como la lejana, la que le robó la vida a la Alina reyes. Esa si que tiene suerte.

SOMOS RADIOACTIVAS

Esta falta de ausencia me parece inexorable
Está en tus inexistentes ruidos que me irritan con dulzura
En tu falta de tino cuando nada lo amerita

Y yo que te adjudico culpas que proyecto en tu pequeño ser
Y deseos de amores ajenos

No desconozco el motivo de las *chispas* que creamos
Ni de nuestros eternos choques forzosos
Es por esto que anhelo por fin elevarnos en cósmico vínculo
Para así alcanzar esas milésimas de segundos que nos cobijarán
Permitiéndonos gozar del elixir que expelemos al amar

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