.the.magic.of.the.crushing.stars.

Y siempre sucede cuando creemos saberlo todo. De repente deja de tener sentido el hacer o no hacer. Ese día lo tenía todo planeado, pero algo me decía que no sería fácil limitarse a lo previsto. Sentía que escapaba pero no sabía de que ni el porque. A la vez me preguntaba porque me había sumergido en algo que sabía que no llegaría más allá, pero al final eso ya ni me importaba. Recuerdo que corrí y corrí sin saber porque. Luego entendí que fue para encontrarte allí. Seguramente no existiríamos si no hubiese sentido ese instinto de transitar a toda velocidad entre tumultos de gente tanto más malgastada que yo (es lo que me gusta creer).

A veces me pregunto si era yo quién debía llegar desorientada, pero a todo velocidad, o si eras tu realmente con quién yo debía chocar. A veces las estrellas chocan cuando no deben, pero no se siente así. Hoy justamente se me acercó una y me contó un secretito. No me pidió nada a cambió, y justamente eso fue lo que más me sorprendió. Me habló de mi y de ti. No me conoce y me hablo de mí, me hablo de ti. Aun no puedo creerlo.

No me importa que tapes el rojo con una mano, pues sabemos que no es así como funciona. Hoy alguien me contó lo inesperado y anhelado a la vez. Hace rato que deje de creer en el destino, hace mucho que no creo en la eternidad, pero también hace poco aprendí a creer en mí, en ti y en algo más.